Por Sebastián Lorizzo
El extraño caso argentino
Gran Cantidad de representación homogenéa
El panorama político en Argentina se está reordenando de manera que permanecerá por varios años determinando el sistema de partidos y será el extraño sistema con gran cantidad de representación pero homogéneo a la vez.
Este augurio
de estabilidad, es más que un deseo personal, es más que la necesidad de un
país entero que demanda ofertas ideológicas claras que permitan discernir las
bases doctrinarias de los partidos. Los acontecimientos vividos desde hace unos
meses, me permiten observar una conjunción de líderes políticos de primera,
segunda y tercera línea en importancia de la vida política cotidiana, basada
fundamentalmente en aspectos partidariamente relevantes, como es, por un lado, la
búsqueda de poder, y por otro, la ideología.
El sociólogo alemán Max Weber, quien es el
iniciador de la moderna teoría política contemporánea, menciona que el intento
de adquisición de poder, es el objetivo más importante del partido político
En primer
lugar, obtener poder significa participar en alguna medida de la toma de
decisiones en el gobierno para llevar adelante las acciones de Estado, que están
siempre determinadas por la concepción de responsabilidades obligatorias de las
instituciones estatales.
En segundo
lugar, ubica al político en un lugar de privilegios, donde no solo él obtiene
beneficios, también se verán beneficiados sus allegados más cercanos que lo
acompañan en su carrera política.
Desde el
aspecto ideológico, la gran mayoría de partidos reflejan la doctrina peronista
de la Justicia Social, ampliamente aceptada en la sociedad argentina. Y, como
sucede en un mercado de bienes y servicios, si hay una amplia demanda de un
producto, también se creará una amplia oferta para satisfacer la necesidad de
ese producto.
Entonces,
un partido político que deje de lado la idea de Justicia Social será rechazado
por la sociedad y por lo tanto no ostentará de poder para construir una gran estructura partidaria. Los más importantes
partidos políticos argentinos, tienen como base doctrinaria la Justicia Social,
tanto el Frente para la Victoria (FPV), el Pro, la Unión Cívica Radical (UCR) y
el Frente Amplio y Progresista (FAP), no quiero de dejar de mencionar el
agrupamiento de líderes peronistas de diversas provincias que no encuentran
concordancia con el FPV.
Volviendo al sistema de partidos, entendido como la
competencia entre instituciones políticas. Quedará determinada por las alianzas
electorales que superaran las instancias de decisión cívicas y se consolidarán
como partidos.
Para
aclarar aún más la situación, es necesario hacer un recuento de los partidos
políticos más importantes, sus líderes y sus conjunciones, que por ahora son
electorales. El FPV es el Partido que gobernó el país por más de 12 años y
puede seguir haciéndolo si su candidato
Daniel Scioli logra triunfar en las elecciones presidenciales. Es el partido
más consolidado a nivel nacional y el único con representación en todas las
provincias argentinas. El FPV sigue encolumnardo atrás de su líder Cristina.
El Pro,
cuenta con Mauricio Macri como candidato a presidente. Sin embargo, para
consolidar su estructura partidaria a
nivel nacional recurre a alianzas con la
UCR y partidos políticos provinciales. Además de utilizar a famosos de diversos
rubros que nada tienen que ver con la política.
La UCR En alianza con el Pro, después de un
largo y férreo debate, en el que triunfó
la alternativa de Sanz sobre la de Cobos, afortunadamente para este espacio
político, Ya que este último proponía aunarse con el Frente Renovador de Sergio
Massa. Que viendo el derrotero que está tomando esta fuerza política, hubiera
sido una situación delicada para los radicales. Ya que Massa terminará, por lo
menos en este periodo electoral, en una alianza con lo que llamo Peronismo
Federal. Junto a de la Sota, Rodríguez Saa y Das Neves, entre otros. Ellos, Con
Massa y de la Sota liderando el espacio, serán terceros e intentaran ser los que definan el ballotage entre los 2
primeros, Scioli y Macri.
Por
último, se encuentra el FAP liderado por Margarita Stolbizer y seguido por los
socialistas moderados que gobiernan Santa Fe. Para estas elecciones no se
espera mucho de ellos, que apenas lograran pasar la barrera de los 10% de
votos. Sin embargo lograran afianzarse como partido político y se consolidará
con el paso del tiempo. Se unirán con la UCR donde ambos poseen fuerzas
similares. A diferencia de la alianza Pro/UCR en la cual, el primero impone sus
pretensiones, debido a la disimilitud de fuerzas que existen entre ambos a
favor del Pro.
El politólogo
italiano Giovanni Sartori, clasifica al sistema de partidos a partir de la
cantidad de partidos que lo componen. El caso argentino es denominado
pluripartidismo porque 4 partidos
importantes competirán en las elecciones. Consolidándose en el tiempo, partidos
que se van extendiendo territorialmente dentro del país brindando más cantidad
de representación y consolidándose en el interior del partido con prácticas democráticas
como pueden ser las asambleas o elecciones internas.
Si bien 4
de los 5 partidos participan de las próximas elecciones, esto permitirá una
gran cantidad de representación. Sin embargo, esta se caracterizará por ser homogénea,
es decir por representar solo un matiz de ideas, basarse en políticas de
desarrollo social.
Downs
afirma que catalogar a los partidos políticos entre izquierda y derecha en una línea
de espacio, tiene como objetivo reducir
costos de información. En este caso lo haré para simplificar el análisis.
Los 5
partidos mencionados van en la línea desde una izquierda democrática pero no
republicana como el FPV, dirigiéndose hacia la derecha sin llegar a la misma terminando
en el punto central de la línea, se
encuentra el Pro, promotor del desarrollo económico y social a través de la
gestión. Además de ser un defensor del republicanismo. Entre medio de ellos se
encuentra la UCR, el Peronismo Federal y FAP.
Entonces
es el momento donde algún partido político debe ampliar su base ideológica para
que la oferta de la misma deje de ser homogénea y se transforme en heterogénea.
Esto permitirá que la alternancia en el gobierno entre los partidos políticos,
como sucede en cualquier democracia, represente no solo a un gran número de
personas, sino también represente diversas ideas.